Cada parte del cuerpo tiene un sentido dentro del contexto. Por ejemplo, el dedo meñique, pues aunque pueda parecer insignificante, si de pronto no lo tuvieras, tu mano perdería el 50% de su fuerza.
¿Quién se imaginaría que nuestro dedo meñique fuese tan importante? Pues esa persona fue Laurie Rogers, terapeuta ocupacional y terapeuta de mano certificada en el Hospital de Rehabilitación Nacional de Washington.
De acuerdo con el New York Times, que entrevistó a Rogers, el último dedo de nuestra mano es más importante de lo que la mayoría pudiese pensar. «Fácilmente pierdes el 50 por ciento de tu mano» Afirma Rogers
Laurie aprendió esta lección de la manera difícil luego de que se lesionara su dedo meñique hace unos años. "Me lo tropecé mientras corría, me rompí el hueso en la base de mi meñique derecho, un hueso del tamaño de un lápiz." Cuenta Rogers
Después de eso y por los siguientes meses, Rogers tenía problemas al doblar su dedo sin ayuda. No podía hacer las cosas del hogar ni participar en actividades al aire libre o deportes. Y aunque las probabilidades de que alguien se lesione el dedo pequeño son altas, debido a la facilidad y la frecuencia con que este dedo es golpeado, se estudió muy poco los efectos que tenían sobre la fuerza de la mano.
Así que no pasemos por alto las consecuencias al dejar pasar si ignoramos el potencial del pequeño amiguito.
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