El FBI se sumó este martes a una investigación llevada a cabo por la Policía de Columbus (Ohio, EE.UU.) sobre la muerte de un afroamericano de 23 años baleado el pasado viernes por un ayudante de sheriff local, informa The Columbus Dispatch.
De acuerdo con la versión policial, el día de los hechos un grupo de efectivos realizaba un operativo en busca de un sospechoso cuando Casey Goodson, la víctima, llegó al lugar en un vehículo y apuntó hacia los representantes de la ley con un arma de fuego.
Los oficiales aseguran que abrieron fuego luego de que el joven ignorara sus órdenes de arrojar el arma.
Según sus familiares, Goodson tenía una licencia válida para la portación oculta de arma de fuego —algo que posteriormente fue confirmado por la Policía— y al momento de ser baleado ingresaba a su vivienda con sándwiches en las manos.
Los agentes recuperaron el arma de Goodson en el lugar de los hechos, aunque de momento no se ha confirmado la ubicación exacta en la que fue encontrada.
Los familiares de Goodson afirman que el fallecido recibió tres disparos por la espalda. Sin embargo, los resultados oficiales de su autopsia no serán publicados hasta dentro de seis u ocho semanas.
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