El agua de rosas encierra en su delicada y embriagadora esencia los secretos de salud y belleza más antiguos y excitantes.
Tiene propiedades astringentes. Si preparamos una infusión podemos beneficiarnos en el caso de que tengamos una inflamación ocular. El alivio es inmediato.
También la piel se puede beneficiar de las propiedades de esta flor. Gracias al agua de rosas y sus increíbles propiedades, obtendremos grandes beneficios en la cicatrización de la piel. Además, nos ayuda a prevenir el envejecimiento de la misma y solucionar cualquier herida tópica.
Aquí te diremos cómo hacer tu propia agua de rosas.
Ingredientes:
½ kg de pétalos de rosas.
½ litro de agua destilada.
Una cacerola con su tapa.
Una botella de cristal que cierre bien.
Para empezar, selecciona los pétalos de rosas. Las rosas rojas y las rojas rosas son las que mejor fragancia tienen. Tendrás que seleccionar medio kilo. Intenta que sea por la mañana su recolección, es cuando más propiedades tienen.
Después, llenar la cacerola con medio litro de agua destilada.
Luego, añadir el medio kilo de pétalos de rosas y poner a fuego alto.
Este es el paso más importante. Cuando veas que empieza a hervir, baja el fuego. El vapor no debe escaparse, porque es el vapor lo que contiene los aceites esenciales de las rosas, lo que más propiedades tiene.
Una vez hayas bajado la intensidad del fuego, mantenerlo así unos diez minutos más, para después apagarlo.
Deja que se mantenga en reposo una hora, como si fuera una infusión.
Una vez haya bajado todo el vapor, pasar todo el contenido por un filtro, de modo que nos quedemos solo con el agua de las rosas.
Una vez que la tengamos la ponemos en el recipiente y llevamos al refrigerador.
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